Es un orgullo para mi haber sido parte del equipo de producción del primer film de Skateboarding colombiano,
"Chorro de Babas".
Producido por: Fernando Santacruz (Toro), y donde aparecen skaters como: Felipe "Pipe", "Niños", "Miko", Krisman, Mike y "Fresa".
La fotografía estuvo a cargo de: Guru Khasla, Guillermo Orjuela y yo, Nicolas DelValle.
Acá les dejo el film completo junto con algunas imágenes.
Alex Barakaldo (Spike); Sólo risas, trucos y buenos momentos, por eso es uno de mis skaters favoritos para salir a jugar interminables juegos de S.K.A.T.E.
Aquí les muestro algunas imágenes q tengo de él, en las cuales no pueden ver nada de la impresionante bolsa de trucos que tiene bajo su manga.
La ciudad tiene una nueva tribu: Los hombres que vuelan.
Juan Davila
Kick flip
Zona Rosa, Bogota
La ciudad emerge de la oscuridad y bajo un rayo de luz saltan y deslizan los Icaros del tercer milenio.
Cristian Montoya (Marra)
Bs Smith grind
Calle 100, Bogota
Matt O'Brien
Ollie
Chapinero, Bogota
Un nuevo acertijo nos propone la esfinge: El animal que en la mañana camina en cuatro patas, al medio día camina en dos y al atardecer en tres. En nuestra contemporaneidad hay que agregar que el animal misterioso ahora vuela gracias a un instrumento maravilloso, que con gran velocidad sobre cuatro ruedas, se burla de Newton y sus leyes, y a la vez otorga un atributo propio de Ángeles: “Volar” por su propio impulso.
Felipe Vasquez
Kickflip
los Heroes, Bogota
En las calles, en las plazas, sobre las escalinatas o sobre los escenarios urbanos de las ciudades de hoy, sobre sus tablas voladoras, los vemos desafiar nuestra lógica comodidad y nuestras percepciones espaciales.
Pablo Vallejo
Ollie
Pablo Sexto, Bogota
Son parte de la ciudad, son los nuevos habitantes, y ahora más que nunca, ellos, están más cerca de las estrellas.
Era la década de los ochenta. Colombia atravesaba un momento de cambios obligados, nada por ínfimo que fuera sucedía al azar, y si llegase a ocurrir, ya había sido pensado. Sin dar de qué hablar, comienza a gestarse no un modo de vida, no un deporte, ni siquiera algo parecido a una forma de pensar, comenzaba a gestarse algo más sólido que una religión, más cercano a un estado de la mente, donde la opción de un dios no era tácita ni los santos eran figuras de porcelana.
Los dioses comenzaban a deambular reclamando las calles con sus santos ligeramente pegados a sus pies. En los ochentas llega a Colombia una nueva opción de salvación sublime, de pureza, realidad y eternidad; una salvación que ayudaría a muchos a liberarse de ataduras ortodoxas, ataduras carcomidas por la putrefacción de una sociedad decadente. En la década de los ochenta aparece un nuevo orden social en Colombia. El skateboarding. Es bueno siempre recordar el pasado pero lo que nos compete en esta ocasión es el presente y futuro.
Aquí, en la tierra de cascajo, la entrega por el culto ha ido aumentando sin límites, Es fácil encontrarse por la calle con pequeños adoradores ‘destrozando’ las calles de cualquier ciudad. La entrega es incondicional. Niños, niñas, jóvenes, adultos. Este nuevo orden no tiene distinción de raza, sexo o religión. Grandes exponentes han demostrado lo mejor de su casta, skaters como Cristian Montoya, más conocido como “El Marra”, Óscar Lagos, Javier Coca, Nicolás Montaño, Miguel Acevedo y José Vélez, bien representan a su ‘parche’, como también se le conoce en Colombia a los grupos.
Su pasión por este culto es alarmante y, es de esperarse, por decantación, que su nivel aumente, a tal punto que no tienen nada que envidiar a otros dioses o skaters de Brasil, Europa, Australia o Estados Unidos, ¿Por qué? Porque, sencillamente, es un estilo único, propio, que no se presta para copiar a otros, algo parecido a un nacionalismo puro. El adagio omnipresente en esta tierra de dioses es: “Dejemos de copiar y comencemos a ser copiados”, sin olvidar las raíces jamás.
No es una profesión fácil en un país subdesarrollado, los patrocinios son escasos, el gobierno no le pone mucha atención porque no es algo que se preste para dádivas. El skater colombiano no se vende, ni se ofrece para ser un títere. El skater colombiano es real, de utopías que pueden llegar a hacer realidad. Prefieren morir en pie antes que vivir toda una vida arrodillados (Che Guevara).
La revolución está siendo plasmada fotográficamente para no generar dudas acerca del pasado, presente y futuro. Nicolás DelValle, es un skater que sin pensarlo dos veces, sintió la capacidad y la misión de plasmar a través de su arte (la fotografía), el gran movimiento que reclama respeto y admiración. He aquí visualmente parte de su capacidad y creatividad, que se caracteriza por una visión cinematográfica, donde la iluminación es elemento clave para generar un ambiente enigmático alrededor de su modelo o skater en el nuevo orden social.
Hace ya casi un año, trabajé con Damian un fin de semana en estas fotos para la revista colombiana, "Sobre Ruedas" por dificultades técnicas la revista no volvió a salir, así que aquí les muestro algunas de las imágenes que nunca fueron publicadas.